tag:blogger.com,1999:blog-23875314434565184852024-03-05T01:56:06.898-05:00Sin óbicesBalamhttp://www.blogger.com/profile/00215151754917942499noreply@blogger.comBlogger95125tag:blogger.com,1999:blog-2387531443456518485.post-18739111750074501782011-06-15T11:31:00.002-05:002011-06-15T11:33:42.313-05:00Al recordar, yo te llamo<div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif; font-size: large;">Otra querida publicación más, buscaba motivos, no los encontré, igual publiqué. Me quiero sentir leído por nadie y tengo suficientes motivos (con estadísticas) igual con nada interesante que decir, tal vez algunos temitas, o pendejadas, muchas de ellas comunes y corrientes, en eso me parezco a todos los escritores. ¿Importantes?, no, al menos para alguien distinto que no sea yo. ¿Nuevas ideas?, tampoco. Estoy de acuerdo con aquel que dijo que todo es una copia, una modificación, de algo que ya se dijo, algo que ya se hizo. Insensato -y sospechoso- aquel que cree decir la verdad, el que quiera adoctrinar, dar consejos, el que en "moral" recite un sermón, encuéntrese agradado en el pulpito o en nivel elevado para que lo vean mejor, o que mediante propagada edifique a un hombre siempre en autodestrucción. Nada de eso son mis temas ya, pero me resisto a irme, amo tenerme aquí en este espacio, tan sencillo y cálido, como el hogar que espera en la noche y donde quieres descansar. </span><br />
<span style="font-family: Verdana,sans-serif; font-size: large;"><br />
</span><span style="font-family: Verdana,sans-serif; font-size: large;">Le dedico al hábito de la búsqueda una canción y con ella le quiero recordar cuanto la necesito, la respeto y la quiero.</span></div><span style="font-size: large;"><br />
</span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/ZBvAC75JJeM?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div><br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="blogger-post-footer">SEGUIR LEYENDO ></div>Balamhttp://www.blogger.com/profile/00215151754917942499noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2387531443456518485.post-63417335895151704502011-02-12T13:37:00.000-05:002011-02-12T13:37:25.819-05:00Obsolescencia programada<div style="font-family: Verdana,sans-serif; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">A todo ámbito y existe: la obsolescencia. Mi anterior trabajo consistía en recibir reclamos vía teléfono de los productos de una marca de electrodomésticos. Fue un intento por no quedarme en casa, y lo conseguí. Mi hermana mayor que ronda los cuarenta, había tenido su tercer hijo sorpresa, por no decirle indeseado y la nena, a quien la habían llamado Valeria por la abuela materna, no paraba de llorar en la noches, parecería que aquel incesante llanto reflejara un presentimiento de todos los males del mundo. Las otras dos criaturas, Sebastián y Federico, que apenas iniciaban la básica primaria, después del medio día regresaban como una riada ruidosa y desquiciante. Los sábados cada quince días, incluso, después que se los llevara el padre, acorde sentencia, quedaba el ambiente arramblado de sus presencias. El trabajo, en un call center conocido, me daba la ventaja de turnos cambiantes, sobretodo en la madrugada o en las tardes, cuando había menos paciencia en la casa. Las llamadas nunca parecían normales, sobretodo si las realizaban ancianos quejumbrosos y, al menos, con todo el tiempo del mundo para quejarse. No puedo dejar de compararlos con el ciclo de vida de los productos o con la muerte del asalariado que, inocente, optimista o desgraciado, sale a buscar trabajo después de los treinta. Al respecto de la obsolescencia programada, les dejo un video. </span></div><div style="font-family: Verdana,sans-serif; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"> </span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/QosF0b0i2f0?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div><div style="font-family: Verdana,sans-serif; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"> </span></div><div style="font-family: Verdana,sans-serif; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Lo único cierto de la sobre población mundial es que cada vez hay menos para repartir y por eso el trabajo escaseará siempre, por lo menos el que se paga. Somos un producto de factura masiva, que debe ser consumido como se hace con los productos masivos: entre mas rápido mejor. A mí, que escucho a los abuelos reclamar por el horno y sobre la superioridad técnica de los artículos decimonónicos, que solo me interesa el silencio de mi casa paterna para leer agusto, no me importa que también a nosotros nos hallan puesto una fecha de vencimiento en remplazo de la muerte. </span></div><div class="blogger-post-footer">SEGUIR LEYENDO ></div>Balamhttp://www.blogger.com/profile/00215151754917942499noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2387531443456518485.post-26301345649971384422011-01-26T20:51:00.001-05:002011-01-26T20:53:08.230-05:00Currículum vítae<div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: large;">No me vengas con eso otra vez. Ponte a trabajar y los efectos evidentes de la desocupación desaparecerán.</span></div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: large;"><br />
</span></div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: large;">¿Efectos?</span></div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: large;"><br />
</span></div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: large;">La pensadera. La sinrazón. A esos efectos me refiero.</span></div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><br />
</div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: large;">¡Pienso luego existo, pendejo! </span></div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: large;"><br />
</span></div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: large;">Ahh...y también desparecera el mal humor.</span><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg41Rn-YomIUIYU4ahAN3NuVR36j-6l4K9qq_kL2gb84wcg-6Nt9XJU1aqvLrdi3wSCGa5IZzx-nvgC0gvfdVSxmYCj0s6GSWrlBIQ-tZhXakrksaT5WLrZQDt2HUHeORi-4c6nVyks5kPi/s1600/fila.jpg" imageanchor="1" linkindex="17" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="239" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg41Rn-YomIUIYU4ahAN3NuVR36j-6l4K9qq_kL2gb84wcg-6Nt9XJU1aqvLrdi3wSCGa5IZzx-nvgC0gvfdVSxmYCj0s6GSWrlBIQ-tZhXakrksaT5WLrZQDt2HUHeORi-4c6nVyks5kPi/s400/fila.jpg" width="400" /></a></div></div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><br />
</div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><br />
</div><div class="blogger-post-footer">SEGUIR LEYENDO ></div>Balamhttp://www.blogger.com/profile/00215151754917942499noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2387531443456518485.post-16039560538969465382011-01-24T12:51:00.000-05:002011-01-24T12:51:32.135-05:00Rubí<div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">En su cumpleaños, un Emir de Ajmán, exigía piedras preciosas. Aproximarse, en lo ceremonial, no era lo más fácil, él representaba la dificultad de hacerle un presente a alguien que lo tenía todo y, aunque autoritario fue siempre muy práctico, la imposición no las ponía fácil. Recuerdo el color de los velos de la servidumbre, las cortinas y el decorado de los muebles en madera de roble, de un rojo seductor y fatigante. Eso fue hace mucho tiempo pues encontró en Rubí, una delicada tunecina de sangre marroquí, de ojos grandes y expresivos, la más preciosa de las gemas y, en aquel enamoramiento no correspondido, la ruina.</span></span></div><div style="text-align: justify;">___________________________________</div><div style="text-align: justify;">_____________________________________________________________________________</div><br />
<div style="font-family: Verdana,sans-serif;">Como banda sonora dejo estas dos canciones: una de los Babasónicos y la otra de Kaiser Chiefs. Ojalá les gusten:</div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><br />
</div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"> <b> Los babas:</b></div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><br />
</div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><object height="132" width="353"><embed src="http://www.goear.com/files/external.swf?file=efb9552" type="application/x-shockwave-flash" wmode="transparent" quality="high" width="353" height="132"></embed></object> </div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><br />
</div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"> <b> Los Kaisers:</b></div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><br />
</div><object height="132" width="353"><embed src="http://www.goear.com/files/external.swf?file=9383cb5" type="application/x-shockwave-flash" wmode="transparent" quality="high" width="353" height="132"></embed></object><div class="blogger-post-footer">SEGUIR LEYENDO ></div>Balamhttp://www.blogger.com/profile/00215151754917942499noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2387531443456518485.post-19641883024070841942011-01-21T16:16:00.001-05:002011-01-21T16:17:36.936-05:00Mucho menos que woodstock<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiagqybmXDza3AFbPEHC_ZU-17gs86DwFbuVaXx-D3Qo6S5wjDLItq4FocJ2fBMu1GVk4wh046OgHB8ldoMc1wZmxfGpf-9ZVAgQx3ae2wxc37SIJSOjOLFJkYEue1FK6owI9hbhSM2DO19/s1600/woodstock.jpg" imageanchor="1" linkindex="29" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiagqybmXDza3AFbPEHC_ZU-17gs86DwFbuVaXx-D3Qo6S5wjDLItq4FocJ2fBMu1GVk4wh046OgHB8ldoMc1wZmxfGpf-9ZVAgQx3ae2wxc37SIJSOjOLFJkYEue1FK6owI9hbhSM2DO19/s400/woodstock.jpg" width="400"></a></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"> Ojalá me sirviera de transporte una canción de The Cure como lo hace una de Fania All Stars. Que una canción como <a href="http://www.youtube.com/watch?v=ijxk-fgcg7c&ob=av3el" linkindex="30" style="color: #cc0000;">Lullaby</a><span style="color: #cc0000;"> </span> me llevará a los lugares que me lleva por ejemplo <a href="http://www.youtube.com/watch?v=PqZ_gdjfeZ4&feature=related" linkindex="31" style="color: #cc0000;">Viva tirado</a><span style="color: #cc0000;">.</span> Imposible. Es una imposición inextricable, una de tantas, como la familia, el nombre y la nacionalidad. Es una cicatriz que disimulo. Me consuelo al no ser el único, ni el más patético. Por ejemplo, ver a muchos costeños, Cartageneros para ser exactos, metidos en pantalones entubados, botas militares y con la camiseta del estampado clásico <a href="http://www.youtube.com/watch?v=ysBKm2bIS3k" linkindex="32"><span style="color: red;">Fear of the Dark </span></a>de <a href="http://www.ironmaiden.com/" linkindex="33" style="color: red;">Iron Maden</a> . Increible, ver a mi amigo Checho, después de la agitación frenética de su larga cabellera hirsuta, buscar, con mi complacencia, una rocola clandestina, impensable para el gueto, donde escuchar aquel <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Vallenato" linkindex="34" style="color: red;">vallenato</a><span style="color: red;"> </span> que le dedicó la Chechi, una ex novia no superada. Escucharlo repetir la letra, ¡y con acento!, con una pasión similar o mayor a las, pobremente pronunciadas, del <i>miedo a la oscuridad</i>. </span></span></div><div style="text-align: justify;"><br>
</div><a href="http://experimentolto.blogspot.com/2011/01/mucho-menos-que-woodstock.html#more">SEGUIR LEYENDO >>></a><div class="blogger-post-footer">SEGUIR LEYENDO ></div>Balamhttp://www.blogger.com/profile/00215151754917942499noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2387531443456518485.post-58053473563840049602011-01-17T14:07:00.003-05:002011-01-17T14:09:40.783-05:00La dama y sus mascotas<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_rgRexIWHO1eHSyBZr8LTxWYRoJ2c8ngi4d8Zwd0LqN1x55Ld2RxWrP4N1X7J8ITkdwG16Lzv0QHWiwY_mRLySy8c16yhydVCdOiVeKFL5JMeNWEPIcEm58b2aWHXoZGIMV6d5HlqfwsC/s1600/_.._IICManager_Upload_IMG_Zagabria_anna+magnani+1945.jpg" imageanchor="1" linkindex="17" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="265" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_rgRexIWHO1eHSyBZr8LTxWYRoJ2c8ngi4d8Zwd0LqN1x55Ld2RxWrP4N1X7J8ITkdwG16Lzv0QHWiwY_mRLySy8c16yhydVCdOiVeKFL5JMeNWEPIcEm58b2aWHXoZGIMV6d5HlqfwsC/s400/_.._IICManager_Upload_IMG_Zagabria_anna+magnani+1945.jpg" width="400"></a></div><div style="text-align: left;"></div><div style="font-family: Verdana,sans-serif; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Leía<span style="color: red;"> </span><a href="http://www.hermanotemblon.com/biblioteca/Literatura%20en%20General%20/Chejov,%20Anton/Chejov,%20Anton-La%20Dama%20del%20Perrito.pdf" linkindex="18" style="color: red;">la dama del perrito</a> de Chéjov mientras esperaba el autobús de la mañana. En la fila empezaba haber desesperación por la tardanza, pero los reclamos y los comentarios de extraños congraciados no me separaban de las paginas. Al margen, Luisa, me había escrito un pequeño párrafo en lápiz y había llenado con grafito un corazón diminuto en la esquina superior derecha. Una flecha sugería una frase en particular pero a mi este tipo coartadas nunca me gustaron, es como obligar al amor, obligar a la lectura. Imposible no recordar a mi abuelo, que cuidada de sus libros como si fueran supraorganos y me repetía que el oficio de tatuador de libros debía considerarse un delito, tan vil, pero no encarcelable, como la deslealtad. Mi abuela coleccionaba libertad, en jaulas de alambre, muy en contra de sus preceptos católicos, lo hacia como contraprestación a una artritis degenerativa, tal vez verse como un dios que ama pero cercena, le devolvía mucho la comprensión divina. </span></div><div style="font-family: Verdana,sans-serif; text-align: justify;"><br>
</div><a href="http://experimentolto.blogspot.com/2011/01/la-damas-y-sus-mascotas.html#more">SEGUIR LEYENDO >>></a><div class="blogger-post-footer">SEGUIR LEYENDO ></div>Balamhttp://www.blogger.com/profile/00215151754917942499noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2387531443456518485.post-68067966521240401412011-01-17T00:27:00.002-05:002011-01-17T14:11:10.903-05:00Beds are burning<div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><object height="132" width="353"><embed src="http://www.goear.com/files/external.swf?file=172c2d9" type="application/x-shockwave-flash" wmode="transparent" quality="high" width="353" height="132"></embed></object></span></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjINlmdwOkU2aglrtNrytSLifKfsxwg_CYFiUBQdFSiF7uHNZwR3tz5NHT8hM49T84-WgNzd0EmwiBxv6f9sG0RJTPYcb_l0ql0JyZIHuwu4ffSu8CUY30qJ2e66VhBUYXkMldJjNvVqFIT/s1600/represion.gif" imageanchor="1" linkindex="17" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="308" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjINlmdwOkU2aglrtNrytSLifKfsxwg_CYFiUBQdFSiF7uHNZwR3tz5NHT8hM49T84-WgNzd0EmwiBxv6f9sG0RJTPYcb_l0ql0JyZIHuwu4ffSu8CUY30qJ2e66VhBUYXkMldJjNvVqFIT/s400/represion.gif" width="400" /></a></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><br />
</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: Verdana,sans-serif;">El siempre fue libre, siempre hizo lo que se le venia en gana. Lo odiaba por eso. Mientras, a mi se me prohibía casi todo. Me odiaba por eso. No quería verme al espejo como un niño, lo era, pero no sabía que eso serviría de escusa. Fui muy duro, me hice pedazos, en lugar de hacer pedazos al mecanismo. En lugar de deponer, hacerme responsable, debí hacer lo que él, convertirme en víctima. Como víctima se construyo la plataforma y empezó a patear, romper, transgredir y nadie, por esa enfermiza debilidad de los adultos, le ponía real freno, la conciencia no los dejaba. Se sentían culpables. En cambio de mí, de su ideario representado, de mi no, porque me sentían extraño, hicieron de mi algo que nunca fueron ellos. Existíamos para representarnos, él como un bando y yo como el atenuante. Tarde en descubrirlo. Me odie por eso. El tiempo, a mi tipo de criatura, le devela todos los misterios. Lo entendí, pero tarde, siempre lo es, aunque se sintió bien saberlo. Cuando viene en su encuentro como el juez que quisieron que fuera, como el verdugo, ese día todos eran víctimas, del tipo de víctima que fue él, la misma forma de justificación, pero lamentablemente no había nada que argüir, el único que podía ayudarles salió corriendo al verme, lo vi desparecer en instantes, parecía un niño. Vi la vergüenza en sus ojos, sin embargo esperaban la muerte sin oponerse, lo hicieron igual como lo había hecho yo, siempre obediente. Se odiaron por eso. </span></span></div><div class="blogger-post-footer">SEGUIR LEYENDO ></div>Balamhttp://www.blogger.com/profile/00215151754917942499noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2387531443456518485.post-70636164268921683352011-01-11T23:35:00.025-05:002011-01-12T00:53:51.546-05:00Brujería<div style="font-family: Verdana,sans-serif; text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgpu-iOXe4OSyq3KQDccA-Dh5x-VtP2_Xdg1rEADj9EckCsrW07Lo8twUGutqgzFmAqE0ppK20aagsJuf_Zr3BLm0adA7r-ipiJiLrQJcUmLsF0RzbEE2CC__20lW8_S1NZOaIlPobAPvmo/s1600/2001-unsworth2.jpg" imageanchor="1" linkindex="23" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgpu-iOXe4OSyq3KQDccA-Dh5x-VtP2_Xdg1rEADj9EckCsrW07Lo8twUGutqgzFmAqE0ppK20aagsJuf_Zr3BLm0adA7r-ipiJiLrQJcUmLsF0RzbEE2CC__20lW8_S1NZOaIlPobAPvmo/s400/2001-unsworth2.jpg" width="400"></a></div><span style="font-family: Verdana,sans-serif; font-size: large;">A las tragedias se le atribuyen causas misteriosas, sobrenaturales. Como una señal. La forma en que se comunican los sabios espíritus o la manera en que se cobran los dioses. Porque la venganza los hace tan divinos como el perdón a nosotros humanos. Debe ser así. Es más fácil cuando nos explica lo que a primera no se puede, por la razón, claro, aunque ella, por <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Raz%C3%B3n_%28filosof%C3%ADa%29" linkindex="24"><span style="color: #cc0000;">definición</span></a>, servirá para construir el Olimpo y todos sus dioses. ¿Acaso –me dirán ustedes- no me refiero a la imaginación? Pero díganme entonces ¿cuando lo imaginado fue menos real? ¿Acaso no existió imaginación en la percepción de las galaxias moviéndose, de la esfericidad de la tierra? La hubo, mucho antes de comprobarse por medios razonados. El vuelo de la razón con sus alas mochas, en la totalidad de los despegues, sabe que en las nubes inmensas del desconocimiento, se empiezan a circundar, con aletazos cortos, por medio de la divagación. Mi deidad, en conclusión, no sería más que el resultado del desconocimiento, o del temor, que podría ser lo mismo.</span><br>
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</span></div><div style="font-family: Verdana,sans-serif; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"> </span></div><div style="font-family: trebuchet ms; text-align: justify;"><div style="font-family: Verdana,sans-serif; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwWaPKvZj7jfa4kByiD_HDqQ3JOLMtsPe7EPumW4HyLExz_p5vmXycyxwNWXo11nRWSTeg9orHy-qw-4KaGBSvp41LsgoSFUFSyAjxFbh2W-EjuSa6DzLcYUG8VNT7ZMc5VXW1z6jYyirV/s1600/2011+odisea.jpg" linkindex="25"></a></span><span style="font-family: Verdana,sans-serif; font-size: large;">Temor. O es mi amor un fantasma, una sombra que se explica por la proyección de un cuerpo en la repentización de la luz y la negación de la realidad, mucho mejor, o en las dimensiones sin mensura. En letras de <a href="http://www.youtube.com/watch?v=7NRoa0EVoCE&feature=player_embedded" linkindex="26" style="color: #e06666;">Zoé</a>, podría ser: “en el brillo del sol, en un rincón del cielo” Me explico el amor como un embrujo, porque no se de neurociencia, ni de psicología. Son sus métodos iguales a los de la hechicería, por no decir menos. No lo entiendo, aunque de la tinta escrita acerca de su influjo se podrían pintar las telas oscuras del cosmos, otra vez. Y así, nunca llegaremos, ni querríamos terminar; negándonos a los circuitos neuronales, a la liberación de hormonas o al básico, sencillo y poco literario instinto sexual.</span><br>
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</div></div><a href="http://experimentolto.blogspot.com/2011/01/brujeria.html#more">SEGUIR LEYENDO >>></a><div class="blogger-post-footer">SEGUIR LEYENDO ></div>Balamhttp://www.blogger.com/profile/00215151754917942499noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2387531443456518485.post-35808978033031549532010-11-30T10:44:00.002-05:002010-11-30T10:48:22.263-05:00Tiempo de regresar<table class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;" align="center" cellpadding="0" cellspacing="0"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicQaoBgdnTMtTruWX7r84ydeVV-l_pvh4JPUV2Y-5MbjXMjag0h-kP9v7hmKQdk8_7NBVfJN4wqZjqFdPgIXBnXc6NFHTuHaCWCydIgUC9b2VsHDii1rCTr9Co_m7OdhdffKd85lGNsm5V/s1600/DSC01903.jpg" imageanchor="1" linkindex="177" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicQaoBgdnTMtTruWX7r84ydeVV-l_pvh4JPUV2Y-5MbjXMjag0h-kP9v7hmKQdk8_7NBVfJN4wqZjqFdPgIXBnXc6NFHTuHaCWCydIgUC9b2VsHDii1rCTr9Co_m7OdhdffKd85lGNsm5V/s320/DSC01903.jpg" border="0" height="240" width="320" /></a></td></tr><tr align="justify"><td class="tr-caption"><br /></td></tr></tbody></table><div style="text-align: justify; font-family: trebuchet ms;font-family:trebuchet ms;"><span style="">Mirar por la ventana, componer con las imágenes en movimiento. Tantos potreros y manchas blancas que, por el contraste con negro, podrían ser vacas o algún cromo repetido de los llanos, aunque con la velocidad del autobús es poco lo que se diferencia. Podrían ser fantasmas, un vínculo con los <span style="font-style: italic;">tal vez</span>. Ni las montañas, que volvería a encontrar, por la escases en la planicie, que con su tamaño geográfico le sirven de aliciente, sin el ahogo repentino de un concepto arcaico, ese de que la tierra es plana y en lontananza espera un abismo, caída perpetua. Jerónimo, al que seguían las garzas caminaba por la rivera del rio con la canasta llena de pescados, mientras recordaba, él, un proverbial amaestrador de aves silvestres a las que compensaba con pequeños peces plateados que pescaba con un costal de fique, en los meandros del Vaupés, el día en que bajo de la cordillera oriental con sus padres adoptivos, nunca como ayer, nunca como hoy, en la silla del autobús de regreso, imaginó que la costumbre es tan buena maestra, tanto para la supervivencia como para el olvido. Ya se sorprenderá, de nuevo, con los cafetales y las serpenteantes carreteras destapadas, tanto o más que con las sabanas inundables, las plantaciones de palma y la sensación de libertad. </span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: right;"><b><span style="font-size:x-small;"> La imagen fue tomada del blog EL Extranjero: http://vincent-el-extranjero.blogspot.com/2010/11/mi-horizonte.html</span></b></div><div class="blogger-post-footer">SEGUIR LEYENDO ></div>Balamhttp://www.blogger.com/profile/00215151754917942499noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2387531443456518485.post-27458953010824358352010-11-25T23:40:00.006-05:002010-11-25T23:47:10.138-05:00Vimos caer las hojas<div style="text-align: justify; font-family: trebuchet ms;font-family:trebuchet ms;"><span style="font-size:100%;">El jardín lo había regado sin prisa. Algo del purpura de las flores preferidas seguía entre los verdes lustrosos; el tiempo de la florescencia había pasado y de eso los pétalos descoloridos, las hojas secas y las arrugas cerca de los ojos grandes e insinuantes podrían dar una señal. Pasaba las mañanas entre los restos de la familia, alguna novela mexicana y los manuales de bricolaje para señores. Sin un hombre, los arreglos más sencillos pasaron a ser un reto, aunque nada que un buen libro no pudiera enseñar. Las fotografías amontonadas en cuanta mesita o superficie libre, le habían llenado de rostros conocidos y sonrisas puestas la amplia, saturada y solitaria casa de dos plantas. Algunos de los cojines de los sillones tenían cortadas irregulares que descubrían el color a espuma sintética ya que los gratos se aburrieron de destrozar las alfombras y las patas de los muebles que, aunque en ruinas, seguían con la limpieza rutinaria de los tiempos de la familia. Carmenza Duran, Carmencita, nunca dejaría de regar los crisantemos, cada tercer día en la tarde, ni abandonaría la casa por muy grande que le quedara, porque el recuerdo de los suyos es lo único rescatable dentro de los numerosos cuartos, las paredes empapeladas y de su vida en marchitez. </span></div><div class="blogger-post-footer">SEGUIR LEYENDO ></div>Balamhttp://www.blogger.com/profile/00215151754917942499noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2387531443456518485.post-45414117485844601862010-11-25T11:47:00.001-05:002010-11-25T11:48:56.617-05:00Reseña<div style="text-align: justify; font-family: trebuchet ms;"><span style="">En un libro titulado “las vísperas de la decadencia” Laura Edwards, resume, de manera magistral las razones del porque levantarse en las mañanas mismas –días anteriores a los hechos- son ante todo una mezcla entre aburrimiento, pesadumbre, anacronismo y dolores abdominales. Sin duda, las aproximaciones al mal de perro, descrito en otros de sus libros, en donde lo describe como la insoportable sensación de malparidismo, respaldan la tesis de que antes del guayabo de una parranda vallenata el cuerpo describe una especie de adivinización, trayéndonos el futuro malestar de los tragos horas antes de la ingesta del alcohol. ¿Interesante, no? Pero absurdo. Lo cierto es que Laura, caribeña de nacimiento, pero con sangre europea, con <span style="font-style: italic;">las vísperas</span>, quiere de una vez por todas identificarse con la peor de las causas, la de un nacionalismo improductivo, de pertenecer a un país y a una región ajena a su estirpe de ingleses flemáticos y sin ritmo para el folklor costero. Lastima. Porque entre alguno de esos párrafos inmaculados aparecen chispazos de novedad, con la que quiero cerrar la reseña del libro de la semana: “Eche, será aceptar que nadie se muere en la víspera”</span></div><div class="blogger-post-footer">SEGUIR LEYENDO ></div>Balamhttp://www.blogger.com/profile/00215151754917942499noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2387531443456518485.post-74878463220414978312010-11-22T18:35:00.004-05:002010-11-22T18:46:37.023-05:00Lord Eward I<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYcpeiApCThBvi-u_diHxWzOwvn56UOD3YjtrO7QpLTlyRsJT_qO073sVRdUIztxf8uY38a8ACIaTDtiFSGLn5x-_8R-Wa3kda6Ya3kcLNLeS5bYquGFevxeKAA9eZGIVBk6JbDJLzkEfr/s1600/herbert-of-cherbury-1-sized.jpg" imageanchor="1" linkindex="49" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYcpeiApCThBvi-u_diHxWzOwvn56UOD3YjtrO7QpLTlyRsJT_qO073sVRdUIztxf8uY38a8ACIaTDtiFSGLn5x-_8R-Wa3kda6Ya3kcLNLeS5bYquGFevxeKAA9eZGIVBk6JbDJLzkEfr/s320/herbert-of-cherbury-1-sized.jpg" border="0" height="320" width="268" /></a></div><div style="font-family: trebuchet ms; text-align: justify;">Se abrió la puerta y debió ser Henry, el cuidandero, quien miraba sin norte desde el interior de la casa. Sus ojos no alcanzaban el cenit desde los nueve años, edad en la que, siguiendo a su padre como un remordimiento, inició los difíciles rudimentos del oficio de un mayordomo; nunca dejó de ser un poco ensimismado, en feliz retraimiento, a pesar de que su padre le repitiera a diario que la potestad de su señor se mide por la soberbia del mayordomo.</div><div style="font-family: trebuchet ms; text-align: justify;"><br />Había noticas de él en la ciudad, en los cafés del centro, en los que aterrizaban como murciélagos los mayordomos de las casas vecinas, las amas de llaves, los conductores y el personal de la cocina, pasada la tardecita de los domingos, cuando los condes despedían temprano al personal, algunos como un recurso de sana soledad y todos, sin remedio, como obligación legal. En realidad, eran menos las tasas de café que las copas de ron o las botellas de vino barato que nunca alcanzaban, mediada la cortesía de los propietarios –también ricos comerciantes de alucinógenos – como el combustible para sacar los secretos de sus mejores clientes.</div><div style="font-family: trebuchet ms; text-align: justify;"><br />¿Qué desea el señor? – pregunto con una voz ronca de matiz metálico.</div><div style="font-family: trebuchet ms; text-align: justify;"><br />Necesito a Robert – contesto con serenidad el hombre que curiosamente revisaba el brillo de sus zapatos.<br /><br />El señor Robert no está en condiciones de atenderlo por el momento –dijo sin verle a los a los ojos- si gusta puede dejar su mensaje que yo le haré llegar a prontitud.</div><div style="font-family: trebuchet ms; text-align: justify;"><br />A la sugerencia le siguió un minuto no tan silencioso, tal vez por el efecto del ladrido de los perros. </div><div style="font-family: trebuchet ms; text-align: justify;"><br />Dígale que Edward está esperándolo- continuó el visitante quien, mientras, se sacaba uno de los guantes blancos- dígaselo, seguro que saldrá a mi encuentro.</div><div style="font-family: trebuchet ms; text-align: justify;"><br />Discúlpeme pero no lo creo. El señor Robert se encuentra en su dormitorio, como todos los sábados en la mañana, y, si no ha salido para las nueve, es posible que no salga en todo el día. </div><div style="font-family: trebuchet ms; text-align: justify;"><br />¿No cree que deba ser un arrebato de soledad?- Dijo Edward ya con las manos libres -Las personas famosas sufren de eso Henry – y la mirada del cuidandero se poso en él por primera vez, quizás por mencionar un nombre, casi en desuso- pero no hay problema, acérqueme a su puerta y ya verá como después de una pequeña conversación retoma ese cándido humor por el cual le tenemos tanto cariño.</div><div style="font-family: trebuchet ms; text-align: justify;"><br />En un acto de vandalismo, para la época, le puso la mano izquierda sobre el hombro correspondiente, que todavía erraba en la puerta entre abierta y lo miro fijamente mientras se acercaba mas a su rostro sorprendido. Con una voz más baja, casi susurrante, dijo ahora, seguro de impedir un probable portazo en la cara con la punta del zapato negro inmaculado, debida inclinación, en milisegundos, para corroborar que el brillo permanecía. La orden fue precisa: “Deseará no haberme enfadado…hagamos esto pacíficamente”</div><div style="font-family: trebuchet ms; text-align: justify;"><br />No creo que sea el indicado para decírselo o para comprobarlo, pues puedo ver en usted a una persona astuta - le decía con un tono militar, ya dentro de la casa, mirando para todos los lados posibles y casi empujando a Henry - lo único que puedo decirle es que, para el día de hoy, ese encierro es a causa mía. Dígale que soy el amigo Edward y que estoy aquí para esperarlo en el estudio. Pero que mi espera no será perpetua y se reduce a la caducidad del día; y si es preciso, con toda la vergüenza que para el significa, echará la puerta abajo y eso –su jefe lo sabe muy bien- no es una exageración.</div><div style="font-family: trebuchet ms; text-align: justify;"><br />Henry obedeció.<br /><br /></div> <div style="text-align: justify; font-family: trebuchet ms;font-family:trebuchet ms;"><span style="">Dígame Henry – le dijo mientras se acomodaba en el sillón enorme de cuero sin pliegues, a donde lo había llevado antes de subir con el mensaje - ¿Qué hace usted para ponerle emoción a su vida? Todos necesitamos de una actividad, un incentivo, donde sentirnos arrebatados por el triunfo, por el vértigo. Algunos practican un deporte, otros invierten en la bolsa, crean o perfeccionan negocios, algunos, incluidos su ex – jefe, prefieren el juego. </span></div><div class="blogger-post-footer">SEGUIR LEYENDO ></div>Balamhttp://www.blogger.com/profile/00215151754917942499noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2387531443456518485.post-21821002430733496792010-11-18T14:48:00.004-05:002010-11-18T15:03:03.808-05:00Sin remitente<div style="text-align: left;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBy67bhoSFXuYsFlCIH0Z700m8eLLCZuN4kjwbTz9h3vvZFsonZ0L2D_usBkvCqyNf4qkhj_wIGpwlfD3kR8drbnnQcNkwwfeHPsQ2cuV80GW68uZFVD81XQR7VK-Nj9wf2C1xGQh63pMP/s1600/seahorse_19.jpg" imageanchor="1" linkindex="302" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBy67bhoSFXuYsFlCIH0Z700m8eLLCZuN4kjwbTz9h3vvZFsonZ0L2D_usBkvCqyNf4qkhj_wIGpwlfD3kR8drbnnQcNkwwfeHPsQ2cuV80GW68uZFVD81XQR7VK-Nj9wf2C1xGQh63pMP/s320/seahorse_19.jpg" border="0" height="320" width="256" /></a></div><div style="text-align: justify;font-family:trebuchet ms;"><span style="">Al reverso venia pintado un Hippocampus, el papelito, de un blanco impreciso, había resultado inesperado dentro del libro de biología. Las frases no eran menos de cuatro, pero resumían todo el rencor de una mujer ofendida. El dibujo, contradictorio para el mensaje, estaba dibujado con calma y coloreado, si los tonos de grises pueden asociarse bajo esta definición, siguiendo la dirección de los anillos que enmarcan el cuerpo rígido. En los ojos había puesto una de las piedras de fantasía, del color de los rubíes, cuidando en dejar los ángulos más agudos se apoyaran sobre el papel; unas baratijas que guardaba en una cómoda que ayudé a construir. El cajón inferior –he repetido, que fue por las instrucciones ambiguas del libro de instalación- tiene un juego especial, de jalonazos rápidos, para poder abrirse. Agradezco que me escribiera. Que se tomara el tiempo para maldecirme. Así les compruebo que, hasta en los peores momentos, siempre hubo comunicación entre nosotros. </span></div><div class="blogger-post-footer">SEGUIR LEYENDO ></div>Balamhttp://www.blogger.com/profile/00215151754917942499noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2387531443456518485.post-58204286692787699452010-11-15T15:33:00.002-05:002011-01-17T14:14:18.632-05:00Me gustaría extrañarte<div style="font-family: Verdana,sans-serif; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">El olvido y sus contradicciones. Leemos para sumergirnos, escapar, recordar, hablarnos a nosotros desde la biblioteca universal, desde las palabras que otro organizó. Muchas veces el tiempo no reside, pasa nervioso, como mi viejo, que siempre se quitaba los zapatos para no despertarnos en la noche, en sus días de tragos, pero que por desgracia, las escaleras viejas lo delataban siempre; de igual forma ante una lectura que nos hace apóstoles en fe ciega. Tomamos fotografías, grabamos videos, componemos un diario. Queremos que todo se quede tal y como está, o fue. La memoria es como un jarrón de icopor, llena de poros, inestable. Quisiera recordar el placer de una lectura, la forma en que estabas vestida ese primer día, el olor de la piel en retrospectiva, como la primera emanación del chocolate caliente, alborotando los sentidos. Quisiera recordar completo, me explico: traer todo el paquete sensorial de un momento en particular; es imposible, mucho se pierde, se olvida. Peor aún, mi memoria es terrible. Lo demuestra el hecho que ahora disfruto de las re-lecturas y lo hago como si fuera la primera vez que leyera esos libros. Tengo un montón de fotografías que muy a menudo me sorprenden, ¿eso soy yo? - digo. Leo mis pocos diarios y los encuentro lejanos, como si escribieran de otra persona. Aunque agradezco tener esa pésima memoria, le debo un beneficio: olvidarte pronto y dejar de sentirme así. Sin embargo: me gustaría extrañarte.</span></div><div style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; text-align: justify;"></div><div style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; text-align: justify;"><object height="132" width="353"><embed src="http://www.goear.com/files/external.swf?file=b013210" type="application/x-shockwave-flash" wmode="transparent" quality="high" width="353" height="132"></embed></object></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="blogger-post-footer">SEGUIR LEYENDO ></div>Balamhttp://www.blogger.com/profile/00215151754917942499noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-2387531443456518485.post-81290191693301832852010-11-15T11:59:00.002-05:002010-11-15T12:03:48.212-05:00El regreso II<div style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; text-align: justify;">Se encontraron el otro día en el café. Un café cualquiera. Rita en uno de sus mensajes había hablado de este tipo de lugares en la literatura, al menos, en la literatura que ella frecuentaba. Si alguien –decía ella- quería encontrarse en uno de esos libros elegía un cine, un parque o una cafetería, o un café, como se le ha llamado últimamente; antes, en una cafetería, servían café y algunos panecitos, se fumaba, se jugaba al billar; ahora, un café, es lo mismo, pero sin el cigarrillo y la mesa de billar. Por casualidad, como esos libros de barata, no existió un lugar mejor que Donato, la cafetería menos pública del sector, un poco romántica por las luces altas y amarillas, algo que debería haber hecho sospechar a José Enrique.</div><div style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; text-align: justify;"><br />¿Que es lo que enseñas allí?-dijo ella</div><div style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; text-align: justify;"><br />Formulación y evaluación de proyectos de inversión. </div><div style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; text-align: justify;"><br />¿No crees que la elección del oficio del personaje es una tarea complicada? – Continuó después de llevarse al tasa al boca- lo digo porque si fuera una escritora verdadera y tu mi personaje elegiría a un profesor universitario, un tipo que diera una clase parecida a la que das tu, finanzas o administración general, con lo que una revisión no tan exhaustiva de los títulos de algún libro, algún lugar común, total, lo demás es saber disimular…</div><div style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; text-align: justify;"><br />Puede ser, pero algún administrador que leyera ese libro sabría del engaño.</div><div style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; text-align: justify;"><br />¿Engaño? Si es que casi toda la literatura es un engaño, solo que los grandes escritores nos vuelven las ilusiones mundos deseables, instantes memorables, momentos perfectos…mira, creo que engañar no es más que uno de los principios de la sobrevivencia del hombre en la tierra, las ciudades, la civilización, el progreso, no son más que ilusiones, artilugios que no responden a un orden, son inventados, no son ciertos. </div><div style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; text-align: justify;"><br />Responden a un orden, a nuestro orden. </div><div style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; text-align: justify;"><br />¿Acaso que estudiaste tú José? – preguntó con la sonrisa impertinente de los que buscan hacerse de motivos.<br /><br />Administración de empresas.</div><div style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; text-align: justify;"><br />¡Bravo!, la profesión menos problemática para un escritor. Además, ¿qué podría decir un personaje como tu?, algo así como: vengo de la universidad tal, o estudio en la universidad tal, trabajó en una empresa tal; estudiaba en las noches y con mucho sacrificio un posgrado, mi desempeño me llevo a dictar clases en la universidad... redondo, ¿no crees?<br /><br /></div><div style="text-align: justify;"> <div style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; text-align: justify;">A nadie le interesaría conocer la vida de tu personaje si esta no aportara algo a la historia, son unos referentes cualesquiera, pero deben ser relevantes para darle un carácter al personaje, incluso, si esa vida que cuentas sea parecida a la mía, el personaje que captures en tus páginas nos se parecerá en nada a mí.<br /><br /></div><div style="text-align: justify;"> <span style=";font-family:";" >¿<span style="font-family:trebuchet ms;">Adivine? –Rió complacida- ¿No me digas que mi ficción es tu realidad?</span></span></div></div><div class="blogger-post-footer">SEGUIR LEYENDO ></div>Balamhttp://www.blogger.com/profile/00215151754917942499noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2387531443456518485.post-21725203787093548332010-11-08T13:26:00.000-05:002010-11-08T13:26:26.305-05:00El regreso<div style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; text-align: justify;">A la espera del anuncio, tomó su cuarta tasa de café cerrero preparada por el mismo ante la adversidad de la diabetes: un signo fatal en su anónima pero prolífica genealogía. Dentro de las ramificaciones algunos pocos de renombre, muchos conformistas, dos suicidas, un cura, un posible homosexual, y, por el momento, ningún escritor famoso. ¿Debería asumir con valentía esta terea? –se preguntaría en voz de uno de sus personajes. Y no hizo más que conformarse con el destino. </div><div style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; text-align: justify;"><br />
Un papeleo insistente lo perseguía por cada pulgada de su escritorio victoriano, cada palabra suya hecha presa de la tinta y cada idea contenida, en estrechez, en la pobre sintaxis de los nacidos bajo la mecanografía de índices y pulgares. Se amontonaba en las hojas cuadriculadas, sin enmiendas, salidas todas en automatismo del escribidor – troquelador; automatismo en una línea de producción: las letras y los párrafos como quien vende arepas y necesita vender mucho para ganar algo. Regresaría y lo sabia en el mismo momento de la despedida aunque quería recibir de su público algo de aclamación, una llamada, un e-mail…Y lo recibió todo, incluso una llamada extraña en horas incomodas, navaja filosa para un matrimonio inestable. Terminó la tasa quinta, o la quinta tasa, por ello de los giros literarios, a eso de las once menos cinco, y leyó algunos de los mensajes, con detenimiento y alborozo, antes, claro, de la llamada.</div><div style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; text-align: justify;"><br />
Del automatismo hizo carrera y de esa especie de posesión literaria, como el médium que invoca al pequeño Larousse ilustrado, conquistó cada tonta primeriza universitaria. Rita María, quien había llamado esa noche, más que una seguidora, una bloguera, es una mentirosa metódica, cruel asesina de palomas y traficante de monografías o tesis de grado para la universidad donde Enrique es profesor. José Enrique Bustamante, señor por el bigote, acumulación de lípidos y algo de calvicie prematura, sin embargo, aún sigue en los treinta, seis, para ser exactos; había sido, por el azar de una moneda de doscientos, la nueva fuente de ingresos para Rita, quien estaba hasta las braguetas de redactar, leer y fusilar. Fusilar, como un sinónimo de fraude. </div><br style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;" /><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">Quiero uno para mi, solo para mi- decía Rita; él, claro, estaba en la fría extensión de la terraza, el lugar menos público de la casona, lejos del espectro radiofónico de los oídos de su esposa; ella secuestrada, afortunadamente, al lecho, por un lumbago incapacitarte de los fríos bogotanos. Mándame uno, no sabes cuanto lo necesito. Mientras fumaba recordaba esas últimas palabras, y recordaba a un poeta autentico cuyo soneto hablaba de las necesidades especiales, las suyas y las de Rita María: la debilidad del artista, su público, la del criminal: la victima. </span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">Continuará....</span></div><div class="blogger-post-footer">SEGUIR LEYENDO ></div>Balamhttp://www.blogger.com/profile/00215151754917942499noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2387531443456518485.post-51455060166116032322010-10-21T18:39:00.002-05:002010-10-21T21:48:03.249-05:00Percolator<div style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; text-align: justify;">Imaginaste el paisaje aquel, contenido en la instantánea de la vieja polaroid, lo viste, lo deseaste, mucho antes de que el obturador hiciera de las suyas. Recuerdo que cuando viste la imagen surgir como fantasma sonreíste malvada por tener el poder natural de atraer con la imaginación hasta lo más ridículos momentos. De vez en cuando saco la fotografía de una caja decorada, de tantas que dejaste esparcidas por la casa de los viejos, y veo aquel potrero greñudo, las montañas en monotonía de los cafetales y, sobre todo, aquel árbol de guayaba donde balanceabas las piernas colgada en una de las ramas. La imagen no está muy enfocada, parece ser que la única parte nítida son algunas ramas secas, cerca de tus hombros desnudos.</div><br />
<div style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; text-align: justify;">Fue en pascuas donde atrajiste la cafetera. Nunca hicimos de mormones con el asunto del café aunque odiábamos por igual la religión como los cafés de greca; definidos precisamente como los hijos de la gran puta. Pero ni siquiera las palabrotas arruinaban los gestos de mujer educada. Fue un viernes, cansados de la mezcla indefinible de agua de panela y café, servida a todas horas en la casa de los abuelos que nos llevo a reclamar los hedores, menos farsantes, del destilado grecario; ¡así estaríamos de desesperados! Y fue cuando cerraste los ojos para pedir, como en trance, una cafetera, artículo imposible en el reino de la gran puta. Pensé que allí quedaría, y para siempre, toda esa palabrería tuya de los libros de auto-ayuda; tal vez sería la tumba de ese tema inacabable de la "visualización" y "del universo conspirando" Debo reconocer que estuve a punto de creer en toda esa basura seudocientífica y más aún con la aparición milagrosa del aparato dentro de uno de los carros de cachivaches, único, olvidado, pero funcional.<br />
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<object height="132" width="353"><embed src="http://www.goear.com/files/external.swf?file=684a5d7" type="application/x-shockwave-flash" wmode="transparent" quality="high" width="353" height="132"></embed></object></div><div class="blogger-post-footer">SEGUIR LEYENDO ></div>Balamhttp://www.blogger.com/profile/00215151754917942499noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2387531443456518485.post-8957398652267684852010-10-11T08:34:00.002-05:002010-10-11T08:53:12.696-05:00Refugio<div style="text-align: justify;"><div style="text-align: justify;"><span style=";font-family:";" ><span style="font-family: trebuchet ms;">Espero llegar a la amplitud de un abrazo, aunque puede ser uno de los normales, prefiero que sea, en uno de los días especiales; reposar en el valle palpitante de tus pechos incipientes, para descubrirme en mi tierra, en mi casa, en mi refugio. Sé que hablamos poco para lo que tenemos que decirnos, y de nada servirían las palabras, seguro. Dejo de preocuparme por todo aquello que debería destruirnos, todo lo que podría alejarnos, porque, de forma inexplicable, me siento adormecido mentalmente por el aroma vegetal de tu piel lunareja, o del aroma artificial de tu cabello negro. Dejo de pensar y eso debería ser buena señal. En fin, como a veces podría decírtelo, cuando quedamos atrapados en la quietud, me siento en confianza en ese lugar propio y sin domicilio.</span></span><br /></div><span style=";font-family:";" ><br /><object height="132" width="353"><embed src="http://www.goear.com/files/external.swf?file=dcf4434" type="application/x-shockwave-flash" wmode="transparent" quality="high" height="132" width="353"></embed></object><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style=";font-family:";" ><br /><br /></span></div><div class="blogger-post-footer">SEGUIR LEYENDO ></div>Balamhttp://www.blogger.com/profile/00215151754917942499noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2387531443456518485.post-35882405020800293952010-10-09T15:33:00.004-05:002010-10-09T15:36:32.293-05:00Rastros<div style="text-align: justify; font-family: trebuchet ms;font-family:trebuchet ms;"><span style="">Lo habíamos seguido desde el pasado lunes, uno de los día que elegían los superiores para las pesquisas. Nada extrañaría que un lunes nos despidieran, o mejor, nos mandaran a matar; si me pusieran a elegir (algo que nunca ha sido siquiera contemplado) me gustaría que me descargaran dos tiros en la cabeza, con lo ojos vendados, sentado en una de las sillas que elegimos en los interrogatorios y que para nada son cómodas, como quien quiere viajar en su último y más importante viaje en un asiento, en una ubicación, de tercera categoría. En fin, habíamos pasado las noches en un automóvil desvencijado, comiendo lo poco que arrojaba la calle del centenario, plagada de bodegas y soledad. El tipo aquel, algo menesteroso para ser un pez gordo, llegaba a horas puntuales en una camioneta Ford roja 85, pasaba frente a los otros vehículos estacionados frente a uno de los edificios abandonados, siempre fumando, nunca deprisa y se metía en una de las puertas a medio poner que suponían una guarida espantosa. El teléfono estaba chuzado desde hace meses, pero, o bien adivinaba intervenciones o es que no tenia en las palabras algo que emparentar. Algunos sapos había desaparecido y los informes últimos no eran más que insultos a nuestra suspicacia. De hecho, a menos de unas pistas casuales, el hombre flaco de aspecto descuidado, debería ser un camionero cualquiera.</span></div><div class="blogger-post-footer">SEGUIR LEYENDO ></div>Balamhttp://www.blogger.com/profile/00215151754917942499noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2387531443456518485.post-21806783346801352032010-10-07T18:42:00.000-05:002010-10-07T18:42:53.820-05:00Descuido<div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">Al llamado de unos dedos pasaron a cercar la pareja. Dos más tapaban las salidas. Ellos, inocentes, venían atrapados en la inmediatez del conjuro sensual, arrastrándose en besos por el callejón incorrecto. </span></div><div class="blogger-post-footer">SEGUIR LEYENDO ></div>Balamhttp://www.blogger.com/profile/00215151754917942499noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2387531443456518485.post-23164869725884578232010-10-02T00:29:00.001-05:002010-10-02T00:37:24.060-05:00Sospechosos<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjPgsr6yenJdrQI0v47UZrHr4gcRRGa-T7NJDjUW6bmZ7VgwfjnjKucd80aEwKF4f_4maTwPkIo1OzLieNul5LJ7AyLWaAbH1VBtY0jPd4RKUciBllPv-Y16fPo82OQUSBOkmByHgxqKj2/s1600/AAAAAADavid+stoupakis.jpg" imageanchor="1" linkindex="104" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjPgsr6yenJdrQI0v47UZrHr4gcRRGa-T7NJDjUW6bmZ7VgwfjnjKucd80aEwKF4f_4maTwPkIo1OzLieNul5LJ7AyLWaAbH1VBtY0jPd4RKUciBllPv-Y16fPo82OQUSBOkmByHgxqKj2/s320/AAAAAADavid+stoupakis.jpg" border="0" height="320" width="209" /></a></div><div style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; text-align: justify;">En contraste estaban los Alemanes. Ellos sabían muy bien a quien armarle una guerra y siempre estaban calculando sobre los escritorios ultra ordenados, asépticos y brillantes. Sus peinados nunca sobrepasaban en parentesco al césped de los campos de golf, en donde ahora, venidos todos a menos, paseamos a los perros. Pero no deberíamos preocuparnos, la guerra ya la tendríamos perdida; a un latino el arte de la guerra nunca le ha despertado sensibilidad, como a ellos la salsa o el merengue. </div><div style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; text-align: justify;"><br />Nos preocupan más los polacos, y eso no quiere decir que las sospechas hacia los bávaros mengüen, por el contrario, algunas mulatas han estado espiando, tanto en los lavados y en la limpieza de los muebles (incluidos los escritorios) como dentro de las sabanas, y de allí, del más antiguo nicho de mercado, algunos pesos extra que a los maridos parecen caerles de maravilla, no importa los comprobados gustos bizarros, en aquellas actividades, padecidos por las señoras. Todo sea por una justa causa.<br /><br /></div> <div style="text-align: justify; font-family: trebuchet ms;"><span style="">Así, los polacos: bichos atormentados que nunca son lo que parecen, son el tormento diario del campo de exiliados. Ellos y en menor medida los rusos, que se la pasan cultivando la giba frente a los tableros de ajedrez; no porque sean belicosos, solo es que no pueden con la tremenda sospecha. Refrigeran cuanta conversación pueden, lo hacen detrás de un ingles a metralleta, y a granadas, que dice lo esencial o menos. Las mujeres a falta de lana virgen regurgitan una especia de cinta que van cortando y ordenando en madejas. De allí que sean las mujeres menos apetecidas, además de ser las mas delgadas.</span></div><div class="blogger-post-footer">SEGUIR LEYENDO ></div>Balamhttp://www.blogger.com/profile/00215151754917942499noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2387531443456518485.post-47445072598953149102010-09-22T15:24:00.005-05:002010-09-22T15:34:14.374-05:00Lo que traen los domingos<div style="text-align: justify;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpCwiRguH5NLN53vM5LV7ObxsMIm4XWM2q3KVNEaYAFW1u3m7Ktx2bkihycuD-ZvDUHs2YLPVeJr7RHvNc6RDVnMQigXd_AQOZ3kZgqpO5zoyR-kIgNSZ0MVekT3P5RKPvyiV2b8PMaKSq/s1600/Everything+yhet+rises.jpg"><img style="float: left; margin: 0pt 10px 10px 0pt; cursor: pointer; width: 213px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpCwiRguH5NLN53vM5LV7ObxsMIm4XWM2q3KVNEaYAFW1u3m7Ktx2bkihycuD-ZvDUHs2YLPVeJr7RHvNc6RDVnMQigXd_AQOZ3kZgqpO5zoyR-kIgNSZ0MVekT3P5RKPvyiV2b8PMaKSq/s320/Everything+yhet+rises.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5519837783119689090" border="0" /></a><span style="font-family: trebuchet ms;font-family:trebuchet ms;" >Eran más de las ocho y las cobijas se volvían toneladas, los párpados persianas oxidadas, los bostezos arengas silenciosas. Nunca los domingos fueron hechos para mí, empezando por las razones que lo precedían, banales razones. El sábado que no conoce de límites y la noche del mismo día que es como el gran agujero negro, un evento espacio temporal que evacua a la mañana siguiente. Entonces volvemos al domingo, la vitrina de hechos que se niegan a desaparecer, el trampolín hacia la piscina desocupada, el hachazo virtual en la cabeza y la resequedad excesiva de los labios.</span></div><div face="trebuchet ms" style="text-align: justify; font-family: trebuchet ms;"><br />Ese mañana llovía copiosamente, lo supe por las gotas que chocaban contra el cristal de la ventana cerca de la cabecera, no hacía frio pero no me atrevía a sacar más de la cabeza de entre las cobijas dispuestas, sobre mi, como capullo. Los ruidos en la cocina, al otro lado de la pared, no me importaron al principio, no mientras llegó la aromatización del guiso de cebollas con tomate. Con un olor así es imposible retomar el sueño. La pregunta fundamental no era otra de ¿quién carajos prepara algo en la cocina? Me levanté todavía con los efectos nocivos de la noche del sábado, claro, antes precipité bastante agua residual de un color extraño, incluso preocupante para mi; el olor penetrante de la urea, en todo caso, a esas horas, era normal. Llegué a la cocina y allí estaba ella, la chica de la sonrisa exprés y que si mal no recordaba se llamaba Clara. ¿Un tinto? - dijo la intrusa que debió abusar de mi promiscuidad. Sin azúcar, por favor -conteste con una seguridad engañosa, o por lo menos con la sensación. ¡Siéntate que pronto estarán los huevos pericos; haber si son tan buenos! Me senté obediente, más por el hambre repentina que por su voz de mando.<br /><br /></div><div face="trebuchet ms" style="text-align: justify; font-family: trebuchet ms;"> </div><div style="text-align: justify; font-family: trebuchet ms;"><div class="separator" style="clear: both;"><span style="">Hablé lo estricto y ella habló más de lo debido, pero no me importó, aunque eso y la seguridad que me inspiraban sus silabas folclóricas me llenaron de un vértigo desconocido. Sabía que en algún momento se marcharía, pero la idea se diluía en el chocolate, algo dulce para mi gusto. No entendía por qué, mientras su cuerpo oloroso, representado por sus piernas que se movían y me tocaban debajo de la pequeña mesita, hacia cuentas y cálculos; alguna promesa debería estar gestándose en mi cabeza, alguna forma para asegurarme que no se marcharía, o que regresará pronto. </span></div></div><div style="text-align: justify; font-family: trebuchet ms;"><span style=""> </span></div><div class="separator" style="clear: both; font-family: trebuchet ms; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAErfqNwh3gCDealLESsF_J11Io_ZrrIB3KV6GLdIxj_3osncYJEhjxXODZXgrfnpuETdjfVDCBx8Tn2VNTIKxDREEKuBQTSF7MJEVYEkxeQrf9W44nrLu77MglCzJUqe5OVVjRsyBUu4s/s1600/Everything+yhet+rises.jpg" imageanchor="1" linkindex="3" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><br /></a></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="blogger-post-footer">SEGUIR LEYENDO ></div>Balamhttp://www.blogger.com/profile/00215151754917942499noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-2387531443456518485.post-56667632800375926972010-09-18T18:27:00.003-05:002010-09-18T18:34:22.633-05:00Dia del amor y la....<div style="text-align: justify;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhi1V0HxBSCC3UrLqgB2-K2bBpwP_ekirW5eStEaEq0JPqtComKJp1lGu4FToDwsdleDmOLBmZQUqVNFxnVeBP0msl-ym1pGeigPRY3-tAlWZBJ4ziSC5oduLQfoRe652LuIIyiKZTMziKQ/s1600/wise+blood.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 212px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhi1V0HxBSCC3UrLqgB2-K2bBpwP_ekirW5eStEaEq0JPqtComKJp1lGu4FToDwsdleDmOLBmZQUqVNFxnVeBP0msl-ym1pGeigPRY3-tAlWZBJ4ziSC5oduLQfoRe652LuIIyiKZTMziKQ/s320/wise+blood.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5518399650189165154" border="0" /></a><span style="font-family: trebuchet ms;">Y asi, mientras cariñosamente masajeaba sus pies, de la forma como ella le gustaba y reclamaba en la noches de los sábados, cuando la pesada carga de la semana tenía un descanzo, él, con su sonrisa de niño extraviado, sus ojos enmarcados en sus enormes gafas, ultimaba los detalles finales del asesinato...</span></div><div style="font-family: trebuchet ms;"><br /></div><span style="font-family: trebuchet ms; font-weight: bold;font-family:";" >Feliz dia Amigos Bloggeros.</span><div class="blogger-post-footer">SEGUIR LEYENDO ></div>Balamhttp://www.blogger.com/profile/00215151754917942499noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2387531443456518485.post-52610511947242492932010-09-18T16:08:00.000-05:002010-09-18T16:08:46.639-05:00Carretero en transito<div style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; text-align: justify;">Las ventas estaban flojas ese día, en tanto, alimentándose con la mercancía, ya que no había un peso para comprar algo diferente, se había sentado a unos metros de la carreta, debajo de la sombra refrescante de un almendro enorme, un hombre que ofrecía a diario las frutas en cosecha, esta vez los aguacates como una fina margarina dulce, verdes frutos amontonados en una pirámide a escala de la pobreza, en las calles de la vieja y solitaria Villa de Amaral, cerca del puente del centenario y esperando algún bus intermunicipal, compradores ocasionales, tiempos mejores. El calor pegaba de lleno en ese medio día, normal en estos meses de vientos, cuando las nubes se van hacia el norte a darle a los ríos el caudal que los enfurece, por eso no es extraño, aún con las brazas que simulan ser piedras, que los ríos se crezcan hasta llevarse las chozas. </div><br />
<div style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; text-align: justify;">Al comprobar que era inútil su espera, ya pasados a mejor vida tres aguacates, se acostó en el prado seco y mutilado de las riveras del rio Magdalena: un enorme contaminado que es como la vena cava superior de un país desangrado. Las preguntas, las mismas de siempre, lo acompañan en esa actividad que no es un descanso, es más una tortura, ya que "para pensar profundo se necesita dinero y tener el estómago lleno" diría una noche frente a la hornilla de las arepas. Así, tendido, al ver las hojas maduras, con el tono naranja, no le figuran un tono de las nubes en las tardes de ese agosto de calor infernal, sino que le recuerda su infancia que como si fuera un cuento incompleto, pasando mentalmente las hojas de un libro olvidado en un cajón del tiempo cuyas paginas no cuentan historias sino que exhiben planas, frases repetidas, y como el mismo diría "una historia que no da si quiera para un párrafo" </div><div class="blogger-post-footer">SEGUIR LEYENDO ></div>Balamhttp://www.blogger.com/profile/00215151754917942499noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2387531443456518485.post-10796218521813664122010-09-17T10:53:00.004-05:002010-09-17T11:25:35.817-05:00Administración de la locura<div style="font-family: trebuchet ms; text-align: justify;">A veces la vida se me pasa rápido. Su velocidad no encuentra resistencia a pesar que los misterios ondulan la autopista; acaso ni los reductores de velocidad, ni los policías acostados, ninguno puede contener sus llantas de goma inmaterial. </div><div style="font-family: trebuchet ms; text-align: justify;"><br />Otros tantos restos de la jornada pienso en ella. Como la clara de huevo, el blanco que antes del fuego fue una sustancia translucida o como el crujido de una madera, de una lamina de un piso viejo, en un segundo piso, que avisa quien camina por ahí.<br /><br /></div> <div style="text-align: justify; font-family: trebuchet ms;"><span style="">Pero en las tardes la locura espera intranquila. Una locomotora que sin riel se pierde por el bosque, llevándose los arboles abajo, descubriendo el suelo húmedo y negro lleno de hojarasca en descomposición. </span></div><div class="blogger-post-footer">SEGUIR LEYENDO ></div>Balamhttp://www.blogger.com/profile/00215151754917942499noreply@blogger.com1