En su cumpleaños, un Emir de Ajmán, exigía piedras preciosas. Aproximarse, en lo ceremonial, no era lo más fácil, él representaba la dificultad de hacerle un presente a alguien que lo tenía todo y, aunque autoritario fue siempre muy práctico, la imposición no las ponía fácil. Recuerdo el color de los velos de la servidumbre, las cortinas y el decorado de los muebles en madera de roble, de un rojo seductor y fatigante. Eso fue hace mucho tiempo pues encontró en Rubí, una delicada tunecina de sangre marroquí, de ojos grandes y expresivos, la más preciosa de las gemas y, en aquel enamoramiento no correspondido, la ruina.
___________________________________
_____________________________________________________________________________
Como banda sonora dejo estas dos canciones: una de los Babasónicos y la otra de Kaiser Chiefs. Ojalá les gusten:
Los babas:
Los Kaisers:
1 comentario:
En verdad me encantaría saber más de esta historia.
¡Saludos!
Publicar un comentario