junio 09, 2010

Foto de carnet

En todo se le parece, iguala con meritos la nariz respingada y los ojos expresivos; sabe de los dientes blancos y encarrilados porque sonrie a cada rato dejandolo sin aliento. Sin temor guarda la fotografía dentro de la billetera, como un necesario deja vú, para asi, en algún momento, darse una dosis a su disminuido ego treintañero. Ayer cumplieron dos meses y mañana, preciso, hubieran cumplido quince años. La diferencia entre las dos es, si es acertada llamarlo asi, curiosa. A la última parece conocerla desde hace mucho tiempo; a la mujer de la fotografía le parece que fue ayer cuando la vio por última vez. Alguna vez trataron el tema del tiempo. De las horas de discusiones sin ninguna conclusión salió la fotografía. Aunque ella tenia la creencia absurda de que las fotografias robaban una parte del alma decidió tomarse una y asi dejarle la sensacion de estancamiento, de la que el tiempo hace uso, en muchas ocasiones, para agarrarnos viejos y recordando amores de adolescente.

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