Daba vueltas en la cama tratando de dormirse. La mente circulaba entre los recodos, y sacaba los pendientes, cuando se puede hacer nada para solventarlos. El prurito embalsama el día siguiente con la promesa de dedicarle las primeras y mejores horas de la mañana. Incluso idea un itinerario con tiempos y movimientos. Evita el recurso de las ovejas que saltan sobre una tapia como talisman para el sueño profundo. No toma medicamentos, ni hace uso de los consejos naturistas de emplastos ni goticas. Ni bebe leche caliente, no solo por la intolerancia a la lactosa sino por la contundencia de un informe medico acerca del rotulo deslactosado y los contenidos de amoniaco. Simple. Deja que el mismo cuerpo sea vencido por el cansancio; a pesar del esfuerzo diario, se da cuenta que el miedo al insomnio es más grande que el insomnio mismo. El primero antecede y da fuerza al segundo. Asi que, rendido, da vueltas en la cama tratando de dormirse. Aveces funciona.
2 comentarios:
El insomnio y el miedo una combinación fatal. En las nocturnas noches por culpa del insomnio suele pensar en el pasado que atemoriza, aquel pasado de momentos turbulentos de la infancia y que ha por fin a creido superar pero al ver imagenes que lastiman el alma vuelve con fuerza para arrastrarle a las profundidades.
por favor corregir "gande" en estos tiempos odio a los que gagean.
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