mayo 01, 2010

Asi son las cosas

Lo hemos sitado aqui para tratar un asunto delicado. Vamos a tardarnos un poco; no se preocupe por sus actividades, asi sean urgentes, tendrá tiempo para resolverlas. Queremos su atención entera, aqui, en esta reunion. Sabemos que tiene curiosidad por saber el motivo de su llamado, y la de algunos de sus compañeros; usted ya ha visto algunos entrar por esa puerta y creame que al juzgar usted mismo por sus caras, al salir, no les ha hido tan mal, ¿no cree? Por este motivo le pido que se tranquilice, el asunto es complicado pero no es para armar una tragedia. ¿Entendido?

Entendido -respondí, mientras Olgita me acercaba una tasa de café, De nada, dijo y se marcho con sus pasos cansados. Si se les ofrece algo más por favor me llaman por el interno de Cafeteria;Olgita, gracias, la llamaremos si eso ocurre y cierre la puerta al salir-Dijo el petardo de Gonzales, jefe de personal, quien solia utilizar disminutivos con los empleados del servicio no como un acto cariñoso sino despectivo.

Algunas pruebas muestran a miembros de la compañia implicados en actividades nocivas para el normal funcionamiento de la misma -Dijo uno de los cuatro sujetos sentados frente a mi, que venia ser el gerente financiero, poco visto por las oficinas del nivel inferior donde mi cubículo da contra el asensor. A Gonzales le gustaba meter baza, pero le sabian tapar la boca. Junto a él, además, el gerente comercial y el abogado.

¿Puedo saber cuál es el asunto? De ninguna manera antes de dejar resuelto el caso -dice precipitado el singracia ¿Caso dijo usted? ¿Acaso ya hay un proceso judicial en curso? Asi es. ¡Ya veo que es delicado!. Le rogaria contestara de manera sincera y concreta a las preguntas que le vamos hacer, ¿bueno?-Dijo el abogado que tenia una libreta tamaño carta en la que anotaba todo el tiempo. No hay problema, trataré de ser lo más claro y sincero que pueda. Claro no, concreto, si es tan amable -dice el nariz de puerco- la claridad llegará al fin del proceso. De eso me hago cargo yo -replica el abogado - por eso estamos aqui, para buscar claridad.

¿Ha visto algún hecho sospechoso en las últimas seis semanas señor Aldana? (para decir mi apellido el gerente comercial tuvo que mover algunos papeles, sobre el escritorio) ¿Algo que no sea normal en esta empresa, algún miembro del personal con una conducta extraña, algo inusual? No. ¿No que?-Dice el infame cuello de marrano- Respondo: No he visto nada inusual en las últimas seis semanas. Medite la pregunta -dijo el abogado- cualquier acontecimiento sospechoso puede ayudarnos por insignificante que parezca. En realidad todo ha permanecido normal -y con lo normal decia aburrido- nada de lo que debiera extrañarme, señores.

Pero llegó la pregunta por la que estabamos alli y que habian dilatado lo suficiente; suficiente para no parecer importante: ¿Tiene alguna relación, aparte de la que existe por efectos de sus funciones laborales, con la señora Patricia Ricardo? Ninguna -dije sin disumular mi sorpresa fingida- a parte de encontrarnos en el parqueadero y el asensor, solo la veo en su cubículo y como ustedes mismos han dicho, por efectos de las funciones laborales, le he llevado carpetas, documentos y espere...¿Que ha pasado ha recordado algo?- dijo el bobaso. Si, acabo de recordar que un día me presto la grapadora y no se la he devuelto.

Puede regresar a su área de trabajo -me dijo el más cordial de todos, con toda la frustración en el asento. ¿Por quíen me tomaban? No soy un soplón.

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